Hollanders, Herman

Organista, 'fonasco' y compositor

Holandés Barroco temprano

Breda, h. 1595 - † ¿?, 1637

Casi nada se sabe acerca de su vida. Desde 1618 fue organista en la Catharinakerk de Eindhoven. En 1626 inspeccionó el órgano recién restaurado de Grote Kerk en Breda, que fue completamente destruido después de los bombardeos durante la Guerra de los Ochenta Años. Luego se convierte en el Sr. Hermanus Hollanders, maestro de escuela y organista en Eeckeren.

En Breda dejó una buena tarjeta de presentación, pues en 1627 era conocido como ‘fonasco’ (profesor de canto o declamación antiguamente). Esta era una profesión milenaria que ya no se usaba en los Países Bajos desde la Reforma; se puede comparar con un cantor y proporcionó la música en las celebraciones, que fue tocada en el órgano y cantada por los corales, como también lo sabemos por el compositor del Renacimiento Cornelis Schuyt. Hollanders dejó un legado muy grande de música coral. Dos colecciones de música sacra, la primera de las cuales, el “Parnassus Ecclesiasticus”, data de 1631, y la segunda con el nombre de “Jubilus Filiorum Dei” de 1634, con un total de 92 obras.

Edición discográfica de "Parnasus Ecclesiasticus" de Herman Hollanders

Si uno mira el análisis de las piezas, se nota que muchas de ellas son polifónicas, con o sin introducción y salida homofónica (y en ocasiones solistas intermedias). La repetición de un tema o motivo fijo dentro de una pieza se llama ritornello, originalmente una forma de danza. Esta se convirtió en una técnica de composición muy popular, especialmente en el Barroco. El texto de “Congratulamini”, del “Jubilus Filiorum Dei” (1634), se basa en las primeras frases del “Magnificat”. El ritornello consta de la primera oración y está en un compás de tres partes. El carácter rítmico es muy bailable y recuerda a una Galliarde. Esta forma de ritornello es común entre los holandeses. En este ritornello sugiere una naturaleza de doble coro alternando constantemente el bajo y el tenor y cantando al mismo tiempo, así como intercambiando las dos partes de soprano entre sí. Este grado de imitación/competencia ocurre más a menudo en esta pieza.

La segunda parte de la pieza sigue escrita en un estilo bastante tradicional, que poco a poco cayó en desuso. El hecho de que este texto haya sido ambientado también por Victoria, Palestrina y Hassler y no por compositores posteriores ya apunta a una cierta vinculación con el pasado musical del Renacimiento.

Se han conservado diferentes partituras en dos lugares: en el Collegium Augustinianum en Gaesdonck (cerca de Goch, Alemania) están los libros de Cantus, Altus, Bassus y Bassus Continuus. El libro de voces del tenor, así como los del bajo y el bajo continuo se encuentran en la Biblioteca Británica de Londres. Las partes están anotadas sin barras de compás y en tipos de notas que eran comunes en el siglo XVII.

"Pange lingua" de "Parnasus ecclesiasticus"